Gracias baloncesto, te echaré de menos.

Después de 30 años jugando a baloncesto y 25 de ellos en mi club de toda la vida que es el C.B. Mollet, ha llegado el momento de dejarlo, de dar un paso al lado y cerrar una etapa de mi vida.

El baloncesto me ha enseñado muchísimas cosas: unos valores de vida y un respeto hacia el deporte y hacia lo que significa formar parte de un grupo, de un equipo, de un club. Esos valores los he aplicado en mi vida y me han ayudado siempre. He tenido mucha suerte de cruzarme con mucha gente increíble que me ha ayudado a aprender sobre ellos y sobre el baloncesto y, como no, sobre la vida.

Albert Ferrer 1 CutA lo largo de los años cambia tu forma de afrontar cada temporada: de pequeño recuerdo esas mañanas que al levantarme lo primero que hacía era mirar si llovía porque jugábamos muchas veces en pistas descubiertas; luego fui creciendo dentro de una quinta de jugadores fantásticos y que conseguimos grandes resultados en categorías base; los años cadetes y Juniors fueron increíbles porque entrenaba con 2 o 3 equipos y me pasaba todo el fin de semana jugando; llegó crecer de golpe y fuimos capaces de pelear en categoría senior con un equipo formado por gente de la casa de verdad; tocó salir del club y conocer mi 2ª casa deportiva: Ripollet. Allí volví a disfrutar y me encontré con una gran familia donde conocí gente fantástica y a mis tres hermanos; volví a Mollet y me encontré con gente que sin saberlo había echado mucho de menos. Ellos lo saben, y aquel equipo que éramos una piña insuperable logramos poner al club donde se merecía y en un fin de semana épico en la Seu tocamos el cielo;  luego han sido muchos más años jugando en el primer equipo de mi club y encima siendo el capitán, algo que siempre había soñado; también hubieron tiempos duros y momentos de sombras y trabajo en soledad para recuperar la rodilla; volví a recuperarme por dos veces; la canasta del último ascenso a EBA;  y como colofón siempre podré decir que jugué en aquel equipo que ganó la liga de su grupo de liga EBA. Pero, por encima de todo, me quedo con las veces que voy por el pabellón y los más pequeños me saludan y me dicen que quieren un abrazo, o te felicitan, o simplemente te dedican una sonrisa porque para ellos significas algo. Eso es lo más grande que me llevo.

Dejo el baloncesto muy contento, tenía claro que quería dejarlo siendo útil para el equipo y sintiéndome importante. Lo he conseguido. Estaría jugando toda la vida, pero hay cosas que uno tiene que saber aceptar.

Albert Ferrer 2 CutPara mí, el baloncesto siempre ha sido lo más importante de las cosas menos importantes. Y lo he disfrutado desde siempre y de una manera muy pasional. No hay nada como entrar a un vestuario y ver a tus compañeros, o los nervios pre partido, o los minutos finales de un partido ajustado, o luchar con tus compañeros para sacar partidos importantes o, simplemente disfrutar del camino que recorres durante toda una temporada. Eso es lo mejor de todo.

Muchísima gente me ha ayudado y confiado en mí durante todos estos años. A toda esa gente le debo mucho. Gracias por tanto.

Y por encima de todo, hay unas personas a las que quiero agradecer en esta despedida unas palabras:

–        A Anna, Pau y Joan: por ser el motor de mi vida y por tener que “sufrir” mi manera tan entusiasta de vivir el baloncesto. Perdón por el tiempo que mi pasión nos ha quitado, pero sin vuestro apoyo en la sombra y sin vosotros no hubiera conseguido lo que he conseguido. Me hacéis siempre mejor persona y mejor marido y padre. Mil gracias. Os quiero!

–        A mi padre, a mi madre y a mi hermana: por ser mis mayores seguidores y fans. Por tanto tiempo que mi baloncesto os ha quitado, por apoyarme tanto desde bien pequeño, por creer tanto en mí y por darme esos valores de perseverancia, humildad y trabajo que siempre tanto me habéis inculcado. Os quiero!

Por último, y aunque ha habido muchas personas importantes en mi carrera deportiva, quiero hacer un reconocimiento público a tres entrenadores clave en mi historia:

Alberto Ferrer en 1990, el dia de su primer partido.

Alberto Ferrer en 1990, el dia de su primer partido.

–        Carles Paredes (mi primer entrenador y entrenador durante muchos años en categorías base): tú me enganchaste al baloncesto y me enseñaste a disfrutar y jugar con pasión a esto. Contigo empezó todo.

–        Jordi Grau (el entrenador que con 14 años me hizo debutar en el senior): tú fuiste el primero que se atrevió a darme un equipo senior y hacerme responsable de todo aquello. Me enseñaste mil cosas y no todas hablaban de baloncesto. Nunca podré agradecértelo del todo amigo. Mi reconocimiento por como vives el baloncesto.

–        Joan González (el entrenador que en Ripollet me recuperó para la causa): no podría haberme cruzado con nadie mejor que tú en aquel momento. Y de ti aprendí dos cosas: que había alguien en el mundo que vivía con más pasión el baloncesto que yo, y que a esto de la pelota naranja se juega con el corazón. Gracias míster. ¡Sufrir para ganar!

Ha sido un gran placer poder dedicarme tantos años a esto.

He aprendido que el baloncesto es mucho más que ganar o perder, o meter puntos o que un día la pelota no quiera entrar… el baloncesto te da amigos, valores o simplemente es una bonita forma de ir creciendo a muchos niveles.

Gracias baloncesto, te echaré de menos.

Alberto Ferrer Mesa

Equip EBA CB Mollet Lliga Catalana